diario de un arquitecto p o r J . E . F r a n c o  

[ Abril 2008 ]

Quien no cree en las personas, no cree en sí mismo

 

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Santa Prisca, San Sebastián... y yo ] 

 

30 / Abril / 2008

Una vez más, sólo somos ustedes y yo.

Gracias por existir.

Gracias por inspirar.

Por inspirarme...

 

Por levantarse delante de mi camino, para mostrarme lo que la creatividad y el poder de la imaginación y la fe humanos son capaces de lograr.

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Sentimientos encontrados ] 

 

29 / Abril / 2008

Desde la soledad de lo alto de un balcón perdido...

Mirando una vista que ha impresionado por completo a mis sentidos...

 

No sé cómo describir lo que siento al admirar lo que se levanta delante de mis ojos...

Uno hace tantas promesas estúpidas...

Palabras inútiles que rompen nuestra vida en cientos de fragmentos.

 

Pensamientos y afirmaciones producto de nuestra frustración y nuestro enfado...

 

De nada sirve odiar...

De nada sirve obligarnos a cumplir con esa furia desenfrenada que invade nuestro ser...

 

Desde que partiste, un vacío inmenso quedó grabado para siempre en mi interior.

Y con tu partida... promesas de no abrir nunca más el alma y el corazón...

 

Pero es que te extraño demasiado.

Es inútil tratar de ocultar el frío de mi interior.

Soy incapaz de mantener mi corazón aislado de tu recuerdo...

 

No puedo continuar negando algo que aún duele.

 

Y visitar este sitio...

Y mirar desde lo alto...

Y recordarte...

Duele demasiado.

 

Juré nunca más contemplar el mar.

Prometí jamás pisar sus aguas cristalinas y hermosas.

Me aseguré que nunca más lo añoraría siquiera...

Nunca más...

 

Aún no sé nadar...

Y sé que entre el mar y yo existe un pacto de silencio...

Unánime...

De no tocarnos el uno al otro...

 

Lo odio...

Odio afrontar la verdad...

Detesto hacerle frente a una realidad que me lastima.

 

Me tomó tres horas salir al aire abierto... y abrir mis ojos... pararme delante de la vista...

Y detenerme ahí... con la respiración entrecortada...

Con la voz carcomida por la melancolía y el dolor...

Para afrontar la realidad.

Y ser conciente de que sólo éramos el mar y yo...

 

Me hubiera gustado que me acompañaras.

Que me tomaras en tus brazos y me arrullaras cual niño pequeño...

Pero la brisa es fría...

Y carece de calor humano...

 

Y la noche solitaria...

Y la ciudad viva...

Y la oscuridad infinita...

Y tu ausencia imposible de salvar...

 

No me queda más que tomar una fotografía...

Y guardar este momento en un corazón vacío...

Y vivir lo que de soledad, me queda...

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Una travesía en imágenes ] 

 

29 / Abril / 2008

Se libera la primera imagen del día...

Del viaje.

De la experiencia de algunas horas fuera.

 

Tanto que aconteció.

No se hablará de todo.

 

Pero la sensación final fue tan grata...

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De regreso al lugar donde fue forjado   ] 

 

25 / Abril / 2008

A todos los viajeros, partimos rumbo a Xochicalco y Taxco, sábado en la madrugada. 4:00 am.

Lugar de costumbre: puente a un costado de banco.

Una travesía aguarda por nosotros...

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Con las edecanas  ] 

 

23 / Abril / 2008

Ellas son las edecanas de Gráfica II.

El trazo de perspectivas requiere polvos mágicos, santos divinos milagrosos...

Pero lo más importante:

Dedicación y pasión por lo que se hace.

 

Posdata: ¡las sombras no podrán con ellas!.

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El fluir de un tiempo ] 

 

20 / Abril / 2008

Duele crecer...

Los últimos días han sido difíciles de sobrellevar...

Y digo sobrellevar porque en verdad muchas cosas se llevan consigo con un gran peso encima.

La transformación -lo sé- es inminente.

El camino deriva en nuevas experiencias...

Nuevos retos...

Es parte del diario acontecer...

 

Pero tantas cosas han quedado atrás...

Demasiado ha sido sacrificado.

Tanto se ha desdibujado en el fondo de un horizonte que ha llegado al ocaso.

 

¿Por qué el tiempo transcurre en una línea, cuyo acontecer se convierte en cuestión de instantes en ese vil pasado que todos conocemos...?

Que no podemos revivir...

Pero que es imposible de olvidar.

 

Te veo crecer...

Miro el tiempo que cae sobre nosotros.

Estoy orgulloso de ti.

Mira en qué te has convertido.

 

Mira lo feliz que me haces sentir.

Y al mirar tu sonrisa... tan grande, pura, hermosa.

Me siento triste.

 

No puedo evitar pensar en el tiempo en que ya no estarás aquí, para iluminar con tu presencia esta vida ensombrecida.

El vacío que dejarás en mí...

Lo mucho que te extrañaré.

 

Gracias por este tiempo...

Hoy comprendí que lo más valioso que tenemos no es el dinero, o las joyas, o los bienes materiales.

Hoy aprendí que lo más valioso que puedes obsequiarle a alguien a quien amas es tiempo...

Tiempo fluido.

 

Llevar a esa persona contigo para que comparta esa trozo de tu vida que fluye en tiempo paralelo al suyo, pero que deriva en otro universo, en otro fluir... en otra vida.

En atardeceres pacíficos.

En algarabías perfectas.

En cientos de imágenes fraccionadas que en un principio no entiendes, pero que al final conquistan tu corazón, por la honestidad de su esencia.

Por la simplicidad de su existencia.

Por su verdad.

Por provenir del amor, de la familia, de la fraternidad.

 

Una lágrima de agradecimiento es dedicada a ustedes...

 

Gracias por una tarde inolvidable.

Por la travesía hacia un mundo donde el tiempo -de repente- parece no existir, no tener cabida.

Por el simple hecho de estar.

Y agradecer por estar contigo...

 

Se ha dejado de escribir.

Han llegado responsabilidades qué atender...

 

Pero me has enseñado -una vez más- lo que en realidad vale la pena.

Lo único que importa.

Una vez más demuestras lo valioso que es tu presencia en mi vida.

 

Gracias por el momento. 

Por el tiempo... por el trozo de tu vida compartido.

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Subterráneo ] 

 

17 / Abril / 2008

Por debajo del distribuidor vial, todo es bizarro y confuso...

Pero ese espacio también es habitable...

Aunque sólo sea por brevísimos instantes.

 

Eso me da miedo.

Mucho miedo.

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Retorno amarillo  ] 

 

16 / Abril / 2008

Foto por Salvador Téllez Álvarez

El retorno de una travesía...

Melancolía.

Cansancio.

Satisfacción.

Memorias, cientos de ellas en los corazones...

 

Horizonte en agonía pintado en colores ocre.

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En la distancia  ] 

 

13 / Abril / 2008

Hoy he mirado hacia atrás en mi vida.

Irónico es todo lo que ha pasado.

Menos lo es lo que no ha sucedido aún.

¿Quién asegura que nunca sucederá?

O peor aún... ¿Quién afirma si acontecerá?

 

Tantas personas que han llegado, ido y venido a lo largo de los años.

A veces somos conscientes de ellas.

Muy pocas veces.

 

A algunas las volveremos a ver más adelante... Mucho más adelante. Y con ellas nos reiremos o lloraremos, o simplemente recordaremos lo que tuvo lugar en algún momento de la vida.

A otras más jamás volveremos a verlas, pero a ellas volveremos siempre, para agradecer lo mucho que nos enseñaron. Lo mucho que significaron en nuestro existir en el largo o breve tiempo que estuvimos frente a ellas, o ellas frente a nosotros, o detrás... o a un simple costado...

 

Y de las otras personas...

De ellas, de las que ni siquiera fuimos conscientes de que existieron...

A ellas, en muchas ocasiones, son a las que debemos esas cosas extrañas que llamamos milagros.

A ellas, las que aparecen cuando menos lo esperas, lo deseas, o lo imaginas...

Presencias brevísimas y efímeras que son llevadas por la brisa.

Que desaparecen apenas eres capaz de mirarlas y dedicarles una sonrisa...

Y la sonrisa se dibuja cuando ellas ya se han marchado para siempre.

Y nunca jamás sabes que existieron...

 

Las personas aparecen en tu vida con un objetivo, por una razón especial... -le dije un día a alguien- y se quedan contigo hasta que logras aprender de ellas lo que vinieron a enseñarte. Cuando has visto el mensaje que te trajeron, simplemente desaparecen de tu vida para siempre... O se van por largos periodos de tiempo hasta que tu amor por ellas se torna consciente y regresan sólo para que las veas, las recuerdes... para darte un último abrazo y un adiós. Y las guardes en el corazón para nunca olvidar su rostro. 

No debes llorar por ellas, porque se irán a enseñar o aprender de otros... Y tú continuarás con tu vida... Lo único que puedes hacer es agradecer por haberlas conocido.

 

Hoy he mirado hacia atrás en mi vida.

He visto a las otras personas.

En realidad nunca nos detenemos a observarlas...

Acontecen tan deprisa, que nunca sabes que realmente existieron.

Me gusta pensar que son ángeles...

Aunque sólo sean personas...

 

Y siempre volvemos a encontrarlas...

Pero sólo serás capaz de verlas si miras con atención y con paciencia.

 

Mira cómo tú también apareces en la vida de los demás...

Detén el mundo sólo por un instante... Y la próxima vez levanta el brazo para saludar a esa persona...

Y así ella te llevará por siempre en su memoria...

 

Serás para ella un ángel.

Un ángel con rostro humano...

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Luz al final del túnel  ] 

 

12 / Abril / 2008

Nunca he sido un ferviente creyente de la fe.

Pero a veces, circunstancias apropiadas tocan el corazón como pocas veces.

Y pienso en la fe como algo sólido que por instantes se materializa, aunque sólo sea algo menos que una vaga ilusión de los sentidos.

Y entonces...

Comprendo que todo existe, todo acontece, todo tiene lugar por una razón.

-Si no fuera así, ya habría muerto desde hace mucho- intento reflexionar y convencerme a mí mismo de lo sucedido...

La fe nos mueve...

Existe en miles de formas y en millones de maneras.

Lo aceptemos o no, la fe nos mantiene vivos.

Es el motor que nos impulsa a continuar.

 

Fe en tí, fe en mí... Fe en otros.

Fe en la música, en la literatura.

Fe en el dinero, en la prosperidad...

Fe en la amistad... Fe en lo material... en lo espiritual...

Fe en aprender de tí...

Fe en que algún día me quieras.

 

Fe en creer que mi vida tiene un sentido...

Una luz al final del túnel.

Una razón para continuar aspirando y exhalando aire, en unos simples y vanos pulmones...

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Music, music... music...  ] 

 

10 / Abril / 2008

Un disco tras otro, tras otros, tras otro...

No quiero que la mañana termine.

I don´t understand you anymore...

Ooooohhhhhh...

 

I love New York.

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Sombras que caen  ] 

 

09 / Abril / 2008

Foto y pensamiento por Salvador Téllez Álvarez

En las sombras que caen existen cosas increíbles.

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Travesía de noche ] 

 

09 / Abril / 2008

Ida y vuelta en medio de la nada... y de la lluvia.

Detenido en un momento cotidiano, inerte, congelado...

Lo único que puedo hacer es observarlo todo... Mirar con atención cómo vienes y vas, inmerso en la rutina y la velocidad.

Luces... Lluvia...

Reflexión.

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Una de cometas ] 

 

06 / Abril / 2008

No sé con exactitud lo que me motivó a escribir acerca de la experiencia dejada por The Kite Runner, historia basada en una novela más, que conjuga esa extraña sensación que hemos experimentado tantas veces en nuestro vivir... y donde las circunstancias son tristes y decadentes, pero siempre mayores a nosotros mismos, es decir, más grandes de lo que somos capaces de imaginar siquiera.

 

La metáfora de la vida que nos toca vivir tal vez por azares del destino, se torna en la esencia de la historia. Es sorprendente cómo la historia misma se va contando delante de nosotros, quienes miramos con lágrimas en los ojos, y con pesar en los corazones, que la vida es sólo eso... una serie de circunstancias que acontecen atropelladamente,  marcándonos como los seres humanos que algún día somos, o llegaremos a ser.

 

¿Es la vida justa?

¿Vivimos lo que tenemos que vivir?

¿Por qué sufrimos tanto en esta tierra?

 

La infancia es, sin duda alguna, el gran vestíbulo de nuestro hogar llamado existencia. Es el espacio más grande de nuestra vida, y el primero en el que ingresamos. Es el sitio donde pasaremos más tiempo con las personas, las circunstancias y los sentimientos que nos definirán como seres humanos el resto de nuestro existir.

Lo que suceda en este tiempo, en este lugar, son líneas de una historia que se plasman para siempre en las páginas de nuestra alma y consciencia...

 

Pase lo que pase...

Suceda lo que suceda...

Pienses lo que pienses... y sientas lo que sientas... Algún día tendrás que regresar a esas páginas, para comprender la esencia... el destino final de tu vida en este tiempo y lugar: tus demonios infantiles.

 

El viaje es tormentoso para muchos de nosotros, pero el pasado -aunque lo ignores vehementemente- es una parte de nuestra propia historia... nuestro libro personal, que sólo nosotros podremos afrontar y enfrentar algún día.

 

La vida se encargará de poner delante de nosotros las mismas circunstancias dolorosas que asesinaron parte de nosotros años atrás.

No importa cuánto lo ignores.

O lo niegues...

O simplemente finjas no saber de lo que estoy hablando.

 

 

El trabajo de Marc Forster es contundente gracias a la solidez de la historia. Relato que tiene esa fuerza poderosa que le confiere el hecho de ser identificada por cualquiera. Extraña belleza de ser una serie de imágenes, pero más que eso, de metáforas y circunstancias personales, transferidas a quienquiera que lea el mensaje: ser testigo de un hecho o hechos traumáticos, abandonar el pasado que nos ha hecho daño, intentar crear una nueva vida cargando los fantasmas de ese pasado infame... Y... enfrentar al pasado, cuando se pensaba que todo podía haber terminado.

 

La visión de Forster, sin embargo, tiene los mismos elementos hallados en su trabajo inmediato anterior: Finding Neverland, donde es irónico que una historia se entreteja de igual manera con los hilos finos del sentir y el sufrimiento humano. Compasión por uno mismo... Compasión por los demás... Compasión por nuestra incapacidad de cambiar el mundo en el que vivimos.

La metáfora de que la vida es un gran libro se explota de la misma forma que en The Kite... Inclusive la cometa forma parte de la esencia del íntimo Peter Pan que se desdibuja en la historia que J. M. Barrie vive en días tormentosos, y que termina por comprender, superar y transformar en una de las historias más ricas jamás contadas.

Pero no todo son finales felices.

Por lo menos eso es lo que deja la última escena de The Kite...

Un final como tal, nunca es posible... porque nuestro propio libro, nuestra historia personal nunca termina.

Siempre habrá una esencia que permanecerá viva, abierta, susceptible de continuar un legado.

 

"Aquello que no fuiste capaz de hacer en el pasado, será el destino final de tu propia vida, y la continuidad de ésta a través del legado que dejes a quienes te rodean".

 

Es fácil ignorar.

Es sencillo darse por vencido. No por carencia de fuerzas.

 

Sino porque es más sencillo culpar al pasado de nuestra condenación auto infligida.

 

¿Quiénes somos para juzgar a otros, si no somos capaces de perdonarnos ni a nosotros mismos?

 

 

Un par de niños, un cometa, las lejanas tierras de Afganistán, repletas de dolor e injusticia...

Son pretextos para contar una historia.

Nuestra historia.

La historia de cada uno de nosotros.

Que siempre es igual.

Es la misma en todos los casos.

 

Habrá cientos de críticas ante esta historia.

 

Al final de la última página, de la última imagen que se torna negra hasta desaparecer del todo...

Es este amargo y extraño sentimiento lo único que queda...

 

Y es amargo y es extraño, porque es infinitamente familiar.

Universal.

 

No importa la nacionalidad, el color de piel, el idioma en el que escribo estas líneas...

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Caritas sonrientes ] 

 

04 / Abril / 2008

Escultura prestada por Erik Ugalde Trejo

Estos días han sido difíciles.

A lo largo de la existencia, todos nosotros hemos visto "cosas" que nadie más ha visto. No hablo de situaciones paranormales ni mucho menos. Sólo de "cosas" que decidimos ver, o, simplemente, no hacerlo.

Es más cómodo ignorar.

-No es mi problema, y mi ayuda no cambiará las cosas- es la frase con la que nos convencemos de nuestra abstinencia a participar.

 

Sin embargo... por lo menos para mí... He sido testigo de esas palabras, que yo mismo he repetido...  Y tiempo después, la vida me enseña que mi cobardía, o indecisión, o simple comodidad de sentirme bien conmigo mismo al ignorar ese "algo" que me fue confiado... trajo consecuencias tristes.

 

La pregunta es... ¿Qué hacer al respecto?

Pude aprender a soportar, y a convivir pacíficamente con la culpa...

Hasta hace apenas poco más de 24 horas, cuando la situación -maldita sea- se vuelve a repetir.

Odio la moral.

Odio esta situación.

 

Me odio a mí mismo.

Y no sé qué hacer...

No lo sé...

 

¿Por qué no podemos vivir como esos pueblos preshispánicos, conocidos como caritas sonrientes, para los cuales el tiempo era un eterno fluir donde la muerte -inclusive- formaba parte de la belleza de la vida misma?    

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Camino a Monterrey ] 

 

02 / Abril / 2008

Un recuerdo de viaje.

Un momento en el camino.

 

Gracias por compartirlo.

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El Inicio de una travesía ] 

 

02 / Abril / 2008

Foto por Erica Berenice Torres González

Y así es que comienza la historia contada en imágenes...

Érase una vez una mochila negra...

 

Al inicio de un día, delante del checador.

-Damn it!- un minuto tarde...

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a r c h i t e c t i a k
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j. e.  f   r   a   n   c   o    a  r  q   u   i  t  e  c  t  o

Pachuca  de  Soto,  Hidalgo.  México  /  Mil  novecientos  setenta  y  siete